Published On: Vie, Nov 14th, 2014

El Cabo Vadillo en Lima…»La horrible»

paulcolumna(Paul Monzón).- Es una de las series españolas, o mejor dicho: el «docu-show» más seguido por televisión. Y su protagonista es Pablo Vadillo, un policía autentico de Las Ramblas de Barcelona.Vadillo, en cada episodio, se encarga de tele-transportar a los espectadores por los barrios de las ciudades consideradas más peligrosas del mundo. Tras «jugarse el pellejo» por Colombia, El Salvador, Caracas, Honduras y Bolivia, no hace mucho le llego el turno a Lima, la capital del Perú.

La aventura empieza cuando el policía español aterriza en Lima y se va directamente a la Comisaría de Yerbateros, uno de las distritos del extrarradio, en la cual -según la publicidad de Canal Cuatro de Madrid- se trafica con droga y los tiroteos son pan de cada día.

En dicho episodio los niños sicarios -del Puerto del Callao-también tienen su momento estelar y se confiesan a las cámaras de televisión contando sus fechorías con pelos y señales. Los correlatos de putas y nauseabundos prostíbulos ilegales tienen sus minutos en pantalla.

Por un instante me pareció ver Calcuta y no Lima.

Casas despintadas, mal construidas, coches destartalados, moto-taxis oxidados, «cogoteros», callejones siniestros y sucios, traficantes de poca monta, heridos de bala, «mulas» (burriers), imágenes de pesadilla, así la describe Cuatro: Lima en tecnicolor.

El docu-show se esmera en no mostrar imágenes de la capital peruana en su conjunto. Se centra sólo en los barrios marginales provocando estupor en el televidente. Y lo logra.

Mientras Promperú realiza campañas multimillonarias promocionando Machu Picchu y la otrora «Ciudad de los Reyes», así como invitando a potenciales turistas a pasear por sus calles coloniales y degustar la sabrosa gastronomía peruana, en la otra parte del mundo (aquí en España) la imagen no podría ser más que terrorífica. Cualquiera que vió el programa lo más seguro es que si tenía intención de viajar al Perú haya desistido de inmediato.

Lima era durante una hora la viva imagen de Calcuta; o de la caótica Bagdad o Gaza . Lima «La Horrible» en estado puro.

Pero el programa «Cabo Vadillo» aunque se centra en los barrios marginales de la capital, no miente. Retrata una triste realidad que el gobierno peruano (no vamos a echarle la culpa sólo a Humala, sino a todos los inquilinos de la Casa de Pizarro) no ha querido -quiere- ni querrá solucionar: la inseguridad ciudadana.

Al cabo Vadillo, bueno, como es un «tío duro», nada más bajar del avión no lo han asaltado los taxistas piratas y asesinos (que los hay) que merodean por el Aeropuerto Jorge Chávez en busca de incautos.

Tampoco le han robado a punta de pistola mientras sacaba dinero en un cajero automático. Y ya no sólo por los barrios marginales, sino en plena zona financiera de la ciudad: San Isidro o Miraflores.

Y es que en Lima hoy en día primero te pegan un tiro y luego te roban. No te respetan ni cuando estas en un restaurante comiendo un sabroso pollo frito. Te roban igual. Y uno, tras entregarles con las manos grasientas la billetera, no sabe si rezar o quedarse quieto para que los delincuentes te «perdonen» la vida.

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El Cabo Vadillo

¿Pero qué pasa en Lima?

Es muy fácil de responder: las leyes favorecen más a los delincuentes que a la ciudadanía. Los cacos, tras ser detenidos, entran por una puerta del juzgado y salen por otra. La Policía está mal pertrechada. Los delincuentes tienen mejores armas, y si añadimos que a los «narcos» mientras tú les apuntas con una ametralladora, ellos te responden con un lanzacohetes. Así las cosas.

Uno escribe cosas que lo saben todos en Perú, menos los ministros, congresistas, el presidente, etc que no se dan por enterados. Ellos se desplazan con escolta mientras la gente de a pie lo hace, tal como escribo: a pie. Dos realidades, mundos paralelos.

Mientras a estos impresentables «salva patrias», elegidos por el voto popular, no les dé la reverenda gana de hacer algo por revertir esta situación de inseguridad, las cosas seguirán igual, o peor.

El Cabo Vadillo, sin querer queriendo, sólo ha venido a recordarnos nuestra triste y grave realidad. Una pena que las imágenes se hayan visto en la otra punta del planeta y hayan retratado de una manera horripilante una parte de nuestro querido Perú.

Pero ya se sabe: en todas partes se cuecen habas. Así que señores turistas no dejen de venir a Perú que aparte de la inseguridad también es un país hermoso y vale la pena visitar. FOTO: CUATRO.COM

Aquí os dejo el link del vídeo del Canal Cuatro

EL CABO VADILLO EN LIMA 

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