Cien años de Juan Rulfo
A Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno le bastaron una novela y un libro de cuentos para dejar en claro que la literatura no necesita ser extensa para ser profunda, ni mucho menos farragosa para convertirse en clásico. Juan Rulfo, uno de los escritores más leídos en nuestro idioma y acaso el mayor exponente de la literatura mexicana, cumpliría 100 años el próximo 16 de mayo, por lo que la fundación que lleva su nombre, y que dirige el arquitecto Víctor Jiménez, ya tiene contempladas diversas publicaciones y actividades para celebrar el centenario.
No hay dudas que nació en la ciudad de Sayula, donde se conserva su acta de nacimiento. Vivió en la pequeña población de San Gabriel, pero las tempranas muertes de su padre, primero (1923), y de su madre poco después (1927), obligaron a sus familiares a inscribirlo en un internado en Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.
Durante sus años en San Gabriel entró en contacto con la biblioteca de un cura (básicamente literaria), depositada en la casa familiar, y recordará siempre estas lecturas, esenciales en su formación literaria. Algunos acostumbran destacar su temprana orfandad como determinante en su vocación artística, olvidando que su conocimiento temprano de los libros mencionados tendría un peso mayor en este terreno.

Juan Rulfo
Una huelga de la Universidad de Guadalajara le impide inscribirse en ella y decide trasladarse a la ciudad de México. La imposibilidad de revalidar los estudios hechos en Jalisco tampoco le permite ingresar a la Universidad Nacional, pero asiste como oyente a los cursos de historia del arte de la Facultad de Filosofía y Letras. Se convierte así en un conocedor muy serio de la bibliografía histórica, antropológica y geográfica de México, temas que un estudio minucioso de su obra literaria y fotográfica permite rastrear en las mismas, además de los textos y la labor editorial que les dedicó. Durante buena parte de las décadas de 1930 y 1940 viaja extensamente por el país, trabaja en Guadalajara o en la ciudad de México y a partir de 1945 comienza a publicar sus cuentos en dos revistas: América, de la capital, y Pan, de Guadalajara. La primera de ellas significa su confirmación como escritor, gracias al apoyo de su gran amigo Efrén Hernández. Publica sus imágenes por primera vez, también en América, en 1949. Pero fue a finales de la década de 1930 cuando se iniciaba como escritor y fotógrafo, aunque pocos sabían de esto.
A mediados de los cuarenta da comienzo también su relación amorosa con Clara Aparicio, de la que queda el testimonio epistolar (publicado en 2000 en Aire de las colinas. Cartas a Clara). Se casa con ella en 1948 y los hijos aumentarán la familia poco a poco. Abandona su trabajo en una empresa fabricante de neumáticos a principios de los cincuenta y obtiene en 1952 la primera de dos becas consecutivas (1952-1953 y 1953-1954) que le otorga el Centro Mexicano de Escritores, fundado por la estadounidense Margaret Shedd, quien fue sin duda la persona determinante para que Rulfo publicase en 1953 El Llano en llamas (donde reúne siete cuentos ya publicados en América e incorpora otros ocho, nuevos) y, en 1955, Pedro Páramo (novela de la que publicó tres adelantos en 1954, en las revistas Las letras patrias, Universidad de México y Dintel). En 1958 termina de escribir su segunda novela (muy breve), El gallo de oro, que no se publicará hasta 1980. En 2010 aparece la edición definitiva de esta última obra, después de una revisión cuidadosa del original que permitió eliminar errores e inconsistencias de la versión previamente conocida.
A partir de la publicación de los dos primeros títulos el prestigio literario de Rulfo habrá de incrementarse de manera constante, hasta convertirse en el escritor mexicano más reconocido en México y el extranjero. Entre sus admiradores se cuentan Mario Benedetti, José María Arguedas, Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Günter Grass, Susan Sontag, Elias Canetti, Tahar Ben Jelloun, Urs Widmer, Gao Xingjian, Kenzaburo Oe, Enrique Vila-Matas y muchos otros. Encuestas hechas en México, España, Alemania, Noruega y otros sitios ubican siempre los títulos de Juan Rulfo en un lugar prominente la literatura universal. Sus lectores en las más diversas lenguas se renuevan continuamente y las nuevas traducciones no cesan de aparecer. Juan Rulfo es el escritor mexicano más leído y estudiado en su país y en el extranjero.
En 2003, con motivo de los cincuenta años de la publicación de El Llano en llamas, apareció Noticias sobre Juan Rulfo, del reconocido especialista en Rulfo Alberto Vital. Se trata de un libro de gran formato y calidad, profusamente ilustrado, y constituye la biografía más completa dedicada al escritor y fotógrafo mexicano. En 2005, con motivo del 50 aniversario de la aparición de Pedro Páramo, se publica La recepción inicial de Pedro Páramo, de Jorge Zepeda, quien se consagró con este título como uno de los estudiosos más competentes de la obra de Juan Rulfo. En 2006, para recordar el 20 aniversario luctuoso de Rulfo, se publicó Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, donde diversos autores abordan los temas del subtítulo en relación con su obra. En 2008 apareció Retales, compilación de 17 textos de otros autores que Rulfo había propuesto a los lectores de la revista El Cuento.
En 2010 se ha presentado Juan Rulfo: otras miradas, obra de 500 páginas coordinada por Víctor Jiménez, Julio Moguel y Jorge Zepeda, en la que se reúnen opiniones sobre la obra de Juan Rulfo de autores extranjeros de primera importancia, como Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, Susan Sontag, Tahar Ben Jelloun, Urs Widmer, Gao Xingjian, Kenzaburo Oe y otros, así como una serie de ensayos sobre el tema de la traducción de esa obra a los más diversos idiomas. En el mismo año de 2010 ha aparecido Nuevos indicios sobre Juan Rulfo: genealogía, estudios, testimonios, bajo la coordinación de Jorge Zepeda y con artículos sobre los orígenes de la familia de Juan Rulfo en México (en el estado de Michoacán, en el siglo xviii, así como transcripciones hechas por Juan Rulfo de distintos textos relativos a la historia de ese estado e igualmente nuevos trabajos sobre la obra fotográfica y literaria de Rulfo, así como sus labores en el Instituto Nacional Indigenista.
Las dos últimas décadas de su vida las dedicó Rulfo a su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista de México, donde se encargó de la edición de una de las colecciones más importantes de antropología contemporánea y antigua de México. Rulfo, que había sido un atento lector de la historia, la geografía y la antropología de México a lo largo de toda su vida, colmaría con este trabajo una de sus vocaciones más duraderas.
Rulfo publicó fotografías suyas por primera vez en 1949, en la revista América, como ya se dijo, y en 1960 expuso en Guadalajara una pequeña colección (unas 23) de sus fotos, pero fue la exposición de 1980 en el Palacio de Bellas Artes la que abrió al público más amplio el conocimiento de esta parte de su creación; desde entonces el interés por el fotógrafo Juan Rulfo no ha cesado de incrementarse y con él las exposiciones y los libros dedicados a sus imágenes. En 2001 apareció México: Juan Rulfo fotógrafo, libro-catálogo de la exposición del mismo nombre, traducido ya al inglés, francés, italiano y alemán. La exposición se ha presentado en España, Italia, Francia, Grecia, Brasil, Argentina, Perú, los Estados Unidos, Marruecos, Portugal, México y Colombia. En 2002 apareció el libro Juan Rulfo, letras e imágenes, con textos suyos sobre la historia y la arquitectura de México y una selección de sus fotografías de edificios mexicanos de diversas épocas. A principios de 2006 se presentó el libro de pequeño formato Juan Rulfo, fotógrafo, con una selección de fotos y estudio preliminar de Andrew Dempsey.
En 2007 se dio a conocer el libro Tríptico para Juan Rulfo: poesía, fotografía, crítica, coordinado por Víctor Jiménez, Alberto Vital y Jorge Zepeda, con ensayos sobre la fotografía de Rulfo por Carlos González Boixo, Daniele De Luigi y Lon Pearson. Éste último autor presenta la exposición de 1960, recuperada gracias a su testimonio, y se reproducen las 23 fotografías que la integraron. Igualmente se hace en este libro una edición facsimilar del encarte que apareció en 1949 en la revista América con once fotografías de Rulfo, las primeras que alguna vez publicara. En 2009 ha aparecido otro libro de pequeño formato, Juan Rulfo: Oaxaca, con cincuenta imágenes tomadas por Rulfo en el estado mexicano de Oaxaca en la década de 1950. La selección de las fotos estuvo a cargo de Andrew Dempsey y Francisco Toledo. La última publicación de gran formato sobre las fotografías de Rulfo ha aparecido en octubre de 2010 y lleva el título de 100 fotografías de Juan Rulfo. La selección de las imágenes fue hecha por Andrew Dempsey y Daniele De Luigi.
La obra literaria de Juan Rulfo no cesa de editarse en español y un número creciente de idiomas, que se acercan al medio centenar actualmente. De algunas lenguas se han realizado ya varias versiones.
Juan Rulfo falleció en la ciudad de México el 7 de enero de 1986.
Las nuevas generaciones de escritores y lectores se aproximan con renovado asombro a las páginas de los libros de Rulfo y su curiosidad por la vida y la obra del autor jalisciense no disminuye. La erudita biografía llevada a cabo por uno de sus estudiosos más serios, Alberto Vital, Noticias sobre Juan Rulfo, ya mencionada, cumple con rigor la tarea de proporcionar información y reflexión serias a los lectores de Rulfo interesados en profundizar en este campo. Los restantes libros mencionados contribuyen al conocimiento de otros aspectos de su vida y producción en los campos de la literatura y la fotografía.
Para los cien años del nacimiento de Juan Rulfo (1917-1986) varias entidades públicas y privadas se han aliado para organizar en España numerosos eventos que abarcarán todas las facetas del cuentista, novelista, fotógrafo y editor mexicano. Además de los actos, la editorial RM hará “un esfuerzo” por dar “la máxima difusión a su obra” con la publicación de once libros que abarcan su trabajo como escritor, breve pero intenso, y como fotógrafo, según anunció ayer su director editorial, Ramón Reverté. Pedro Páramo, El llano en llamas y El gallo de oro, que incluye una carta del autor a su entonces novia, Clara Aparicio, se publicarán en una edición económica y en otra de coleccionista; se reeditará la biografía Noticias sobre Juan Rulfo, de Alberto Vital; un libro de ayuda para el estudio de su obra y sus personajes; dos sobre su relación con el cine, y uno de compilación de sus fotografías.
“Normalmente tenemos actividades todos los años, publicaciones, exposiciones y coloquios académicos, entonces, vamos a continuar con eso pero con cierto en énfasis. Habrá una edición de los tres títulos primordiales de Rulfo, ‘El llano en llamas’, ‘Pedro Páramo’ y ‘El gallo de oro’, con ciertas características pero que son los mismos disponibles en librerías con las nuevas portadas de hace un año. También habrá una edición donde estarán dentro de una cajita conmemorativa y otras cosas; ya habrá información más a detalle”.
Las actividades no serán sólo de reimpresión y reedición de los clásicos del escritor del Sur de Jalisco, pues también hay contempladas cátedras y exposiciones para entender a Rulfo desde la perspectiva académica y fotográfica: “Tendremos un coloquio en el marco de la Cátedra Extraordinaria Juan Rulfo, que se celebra desde al año 2013 durante la semana de mayo en que cae el 16, para la presentación de la segunda edición de ‘Noticias sobre Juan Rulfo’, de Alberto Vital, que actualiza la que se publicó en 2003. Estas actividades académicas son publicaciones dirigidas a estudiosos, otras al público en general. Habrá una exposición que tendrá lugar en el Museo Amparo, de Puebla, en abril, y se presentará al mismo tiempo un catálogo que se llamará ‘El fotógrafo Juan Rulfo’, algunas son de valor documental, se publicitarán por primera vez impresiones de época que se hicieron de los años 30 y 40. Es una aproximación a la forma en que Rulfo fue dando su trabajo desde los años 40, un aspecto que se ha tenido siempre un poquito ignorado, pensando que a Rulfo se le descubre en 1980 como fotógrafo, que no es el caso”.
La Fundación Juan Rulfo también ha vuelto la mirada sobre la impronta que dejó el escritor en el cine. Porque existen dos versiones cinematográficas de las dos novelas del escritor. “Aparecerá un libro en dos tomos, el primero será en este año, el segundo posiblemente también, que se llama ‘Juan Rulfo y el cine’, y consiste en los guiones que localizó el investigador Douglas J. Weatherford, de la primera versión cinematográfica de ‘Pedro Páramo’, filmada por Carlos Velo, y también de la primera versión de ‘El gallo de oro’, filmada por Roberto Gavaldón; el primer guion es una adaptación de la novela hecha por Carlos Fuentes y Manuel Barbachano y el propio Velo, el segundo a partir también de la novela es una adaptación para cine hecha por Gabriel García Márquez , Carlos Fuentes y Gavaldón, con un estudio introductorio de Douglas aparecerán este año”, agrega Jiménez.
Víctor Jiménez deja en claro que ellos trabajan por su cuenta, pues no comparten la idea de convertir la cultura en un atractivo turístico. Respecto a las celebraciones oficiales y la ruta cultura que construye el municipio de Sayula, llamada “El realismo mágico de Juan”, el presidente de la Fundación se desmarca: “Sabemos que hay una actividad hecha con carácter comercial al que les sirvió como asesor algo que se llama Consejo Regulador del Tequila, pero lo que hemos identificado es que van sobre todo por el presupuesto que les están dando diversas dependencias, y eso a nosotros nos recomienda mantenernos alejados porque no se trata de algo cultural. Esta idea que hay desde hace algunos años en México de que la cultura es una especie de detonador turístico, eso no es para nosotros. Ni las ruinas mayas, ni Juan Rulfo, ni la arquitectura colonial, tienen que verse desde óptica; si el gobierno así lo quiere ver es de ellos”.
Puntualiza que ya se lo hicieron saber a las instancias federales y locales. Ellos, la familia y la Fundación, no trabajarán, como no lo han hecho en una década, con las instituciones correspondientes.
La importancia de la obra del creador de Juan Preciado también reside en su obra gráfica. Para el centenario la Fundación busca centrar esa obra, por ahora dispersa: “La idea es dejar de tener esos libros multi temáticos, preferimos ahora no extender en el sentido horizontal la temática incorporada a los libros, sino más bien investigar y profundizar más en los encargos que fue recibiendo a lo largo de su vida; como este libro que se hizo hace tres años sobre los ferrocarriles, se hizo ya otro sobre Oaxaca, se va hacer este año con la Universidad Veracruzana uno sobre la fotografía de Rulfo en Veracruz, con un texto importante de Rulfo sobre una zona arqueológica de Veracruz, que ya es conocido y se llama ‘Castillo de Teayo’”.